A los lectores y estudiantes

Visita la página web: www.sagittariusdb.com


“Un hombre discreto ni se deja dirigir ni pretende gobernar a los demás; sólo quiere que la razón impere exclusivamente y siempre.” Jean de la Bruyere

Tal parece que la «astrología» no es el bien de consumo que encontramos en el horóscopo del periódico ni las majaderías con aires de profecías que escuchamos de las bocas de la inmensa mayoría de "astrólogos". Una carta natal o mapa natal o carta astral tampoco son los naipes del Tarot, sino una «astrografía», es decir, una impresión fiel del firmamento sobre la hoja de papel con el fin de facilitar su análisis. Los elementos constitutivos de una son: las casas (las que la rotación de la Tierra sobre su propio eje establece con relación a la eclíptica), los cuerpos celestes (miembros del sistema solar), los signos (Zodiaco tropical) y los aspectos (relaciones angulares que los cuerpos forman entre sí desde el punto de vista del observador terrestre).

En este sentido, también los astrónomos levantan cartas celestes, solo que con otros fines. Solo después de examinar la astrología exenta del vergonzoso ropaje con que necios e irresponsables la han vestido, comprendemos por qué científicos prolíficos como Isaac Newton y Johannes Kepler, Tycho Bahe y Galileo (por no mencionar a los genios no científicos de la historia, entre ellos, Aristóteles, Goethe, Calderón de la Barca, Fernando Pessoa) se interesaron en ella. Al desnudo no presenta los colores del bufón o del payaso ni del charlatán de feria, sino del investigador juicioso y del pensador que alberga, en lo más hondo de su corazón, los espíritus de la razón y de la ciencia.

A la astrología no podremos acercanos haciendo abstracción del mecanismo de acción a través del cual opera, lo cual comporta elementos astronómicos y astrofísicos. Tampoco mediante la interpretación falseada de un principio de verdad: el «procedimiento» sobre el cual tanto insistieron los maestros árabes del Medioevo y Morin de Villefranche (XVII) al crisol de la síntesis sobre la cual, por su parte, hiciera hincapié el Dr. Weiss (XX). La síntesis hace posible la práctica de la disciplina con la precisión y la responsabilidad que sus leyes exigen, pues se trata de una materia según la cual el conjunto es mucho más que la suma de todas sus partes, de donde se desprende su naturaleza sinérgica, al menos hasta la aparición del recetario astrológico del empresario británico Alan Leo en 1903 y las también ingenuas primeras valoraciones estadísticas del psicólogo francés Michel Gauquelin en 1967, ya que la enfermedad o la muerte, el matrimonio o el éxito, o cualquier asunto en particular, no pueden aparecer descritos de una única manera (fórmulas o interpretaciones de receta carentes de ejemplo práctico) en un mapa natal. Es decir, cien escritores, cien criminales o cien empresarios no tienen cien cartas iguales. Debido a que no hay tal cosa como una carta natal universal, tampoco tal cosa como una fórmula interpretativa universal. De hecho, una misma astrografía no se repite en decenas de miles de años (como tampoco nuestra secuencia genética). 

Cuando le preguntaron al ensayista y poeta, y surrealista francés André Bretón (1896-1966) qué pensaba de la astrología, este contestó: 

“Es, a mi juicio, una muy gran dama, sumamente bella y venida de tan lejos que no puede dejar de cautivarme con su encanto. No veo en el mundo físico nada cuyos ornamentos puedan rivalizar con los suyos. Además, me parece que detenta uno de los más elevados secretos del mundo. Es lástima que hoy ―al menos para el vulgo― ocupe su puesto una prostituta.” 

Weiss, por su parte, en su obra (considerada "la Biblia de los astrólogos" por la prensa alemana de 1926) señaló: 

“En la astrología, lo mismo que en toda ciencia aplicada, se presentan todas las gradaciones entre los rendimientos correctos de un buen intelecto y los diagnósticos y pronósticos de un gran talento idóneo para la síntesis artística. Sin embargo, nunca será posible disminuir las exigencias a la altura intelectual del estudiante más allá de cierto nivel, porque lo que se entrega vulgarizado a la multitud, merece cualquier nombre, menos el de «astrología».” (Editorial Kier. 1943).

Visita la página web: www.sagittariusdb.com

Comments

Popular Posts